De repente te necesité. Sentí incontenibles ganas de oírte, y ni un segundo tardé en desligarme de todo lo que me encontraba haciendo. No me importó que tuviera que ir en tu búsqueda, sólo me movilizaba el deseo de escucharte.
En mi mente rebotaban tus palabras, tus frases; y mi memoria acústica te traía una y mil veces a mis pensamientos, alimentando las ansias de tenerte conmigo. Te oía sonar como la más hermosa canción del mundo.
Y esquivando la suerte de poder dar con vos, la desesperación me enloquecía a cada instante, más y más. En vano te llamaba por tu nombre, cada vez en más alta voz.
Te anhelaba, te ansiaba desde lo más profundo de mi ser. Sólo una cosa saciaría esa sed de vos, el manantial de melodías que siempre tuviste para mí.
Más feliz no puede sentirme cuando, por mera acción de la providencia, recordé que estabas junto a otros discos, en una vieja caja. Y por fin pude disfrutarte.
En mi mente rebotaban tus palabras, tus frases; y mi memoria acústica te traía una y mil veces a mis pensamientos, alimentando las ansias de tenerte conmigo. Te oía sonar como la más hermosa canción del mundo.
Y esquivando la suerte de poder dar con vos, la desesperación me enloquecía a cada instante, más y más. En vano te llamaba por tu nombre, cada vez en más alta voz.
Te anhelaba, te ansiaba desde lo más profundo de mi ser. Sólo una cosa saciaría esa sed de vos, el manantial de melodías que siempre tuviste para mí.
Más feliz no puede sentirme cuando, por mera acción de la providencia, recordé que estabas junto a otros discos, en una vieja caja. Y por fin pude disfrutarte.
Verdaderamente hermoso. Me encanto el suspenso creado, y la resolución al final. Me sentí identificada y creo que eso se debe a que me llegó mucho lo escrito.
ResponderEliminarMuy bueno Marquitos.
ResponderEliminarmuy bueno!! me encantó
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