Mirarse a el espejo y darse cuenta que el tiempo pasó, no porque tenga arrugas o porque salgan canas. Quizás porque es necesario verse para comprender que pasa por dentro.
Las personas generalmente no se miran de a dos en el espejo, sin embargo a mi me trae un recuerdo. Abrazados como en una foto, mirando fijo hacia esa gran superficie de partículas que nos reflejan más hermosos que nunca, más enamorados que en la primera cita, donde ninguno decía una palabra.
Cierro los ojos y deseo que desaparezcas de mi espejo, porque ahora sólo yo estoy parada frente a el. Y la memoria me traiciona una vez más, y ahí estás, con la misma ropa que te imagino, con el pelo mojado y en el aire hasta siento tu perfume. Y me abrazás de nuevo, frente al espejo donde ahora lloro.
Ya no puedo seguir viéndote en los espejos, ni en la ciudad, ni en ningún lado. Corro para que mi cabeza se despeje, para que mi corazón no me diga que lo que siento, es que te extraño, corro para hacer algo, y para no tener que recordarte.
Y así me sigo escapando, para evitar pagar las cuentas que adeudo, para no tener que subir esa inmensa escalera que me lleva a vos, para no cruzar el puente que me obligue a despedirme.
natalia.
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