domingo, 8 de noviembre de 2009

Siempre te quedarás.

Desperté y miré a mi derecha. No estaba. Luego miré a la izquierda. Tampoco estaba. Me confundí y alteré luego. Dijo que estaría siempre.
Entonces intenté sumergirme en recuerdos y la última imagen grabada en mi mente era su mano sujetando la mía en medio de un caos, y esa frase que me acaricia por momentos: "siempre con vos mi amor".
No podía entender cual era el motivo por el cual él esa noche estaba faltando a su palabra, y eso me angustiaba enormemente.
De pronto noté que esa no era mi habitación , y mucho menos mi cama.
Un cuarto blanco y frio me rodeaba y mis sentidos comenzaban a despertarse lentamente. Me miré la mano, y noté rasguños que llegaban hasta el codo. Un dolor punsante en la cabeza me invadió y logró marearme un poco mas aún.
Cuando logré la lucidez, los vi a mis viejos a través del vidrio de la puerta, hablando con un señor de vata blanca.
Entraron a la habitación, se acercaron, me miraron y abrazaron casi a la par.
Yo sólo pregunté: "¿ Donde esta Walter? ", y mi vieja agachó la mirada, lloró unos segundos y luego murmuró " El se quedó en Cromañón".
Luego solo quise volver a dormir.


Aye B.

3 comentarios:

  1. Me generó tantas cosas leer lo de cromañón. Debe ser que, una vez más, como joven me cuesta ponerme en el lugar de la tragedia y pensar en aparecer en una camilla; preguntar por él; forzar la memoria y esfumar los recuerdos en una sensación de fuego, humo y calor...indescriptible desde afuera.
    Mañana nos espera una buen clase, sin duda.
    Saludos!

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  2. Muy bueno. Cromañón se ha convertido en un tema "piel de gallina" para mí, cualquiera sea su expresión.

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  3. Verdaderamente me conmovió. Me senti en el lugar del protagonista, me puse en su lugar y senti esa mezcla de angustia y desesperacion que le deben haber generado no querer volver a despertar.

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