jueves, 15 de octubre de 2009

DESVELO DE UNA NOCHE

En las letras de mi mundo se ha devastado un sentmiento. Por ellas solía correr la brisa suave de una mañana cálida, como aquellas de un verano entre los pastizales de la sierra. Recuerdo aquel instante, en el cual uno de los órganos más importantes iba perdiendo estímulo y entonces, ya no daba respuestas.
En las letras de mi mundo jugaban a la escondida los rumores de caricias y los chismes de ciertos besos. Era maravilloso. Un sueño encantador, impuro y fértil.
Entre aquellas letras se formaban palabras extrañas, poderosas o vacías. Se gestaban arduas batallas entre ellas y ganaba siempre el deseo; casi nunca el amor.
En las letras de ese mundo fantástico, también se conformaba la nostalgia. La tristeza de saber que el desgaste se acercaba y que de a poco, una bocanada frívola, se desvanecería en el aire. Un suspiro desalentador, expresaba con constancia, la presencia de unas letras que no eran las del zyxdario; estas se conformaban bajo la línea del abecedario.
Las intrusas comenzaron a tomar terreno. Conformando su volcabulario -semejante al ya existente-; pero legitimándolo como propio. Hipodérmico. Sagaz. Extrovertido y manipulador.
Empiezo a reflexionar sobre cómo llegamos a pensarlo; me resulta inevitable. Lo aceptamos. Lo incorporamos, porque aceptar implicaría sentir superioridad y en realidad en las letras de mi mundo, ya no sentimos.
Las letras de mi mundo están llenas de significantes vacíos. Como la diversidad de observaciones que hacen distintas miradas a través de un caleidoscopio. Llena de letras sueltas combinadas en conjunto, para dar origen o etimología a un objeto: concreto o abstracto.
Mi mundo que realmente no es mio, o sí, si lo prefiero. Las letras que no son mias tampoco, pero nos son dadas a todos para que con ellas armemos nuestras propias palabras. Parece divertido pensar, que en las letras de mi mundo, hay tiempo sólo para las estructuras desestructurantes.
Perdimos. No puedo elegir que en mis letras me avasaye la locura y el ingenio de creerme omnipresente hacia mi mismo. No puedo darme mas confusiones. Necesito de palabras llenas pero vacías para interpretar los cortocircuitos de mi órgano disfuncional, que en ambos códigos se llama corazón.
De ahora en adelante, en las letras de mi mundo, será necesario encontrar una palabra, seguida de un gesto, para reparar los daños causados.

3 comentarios:

  1. Me gusta, algo enigmático, interesante! Están buenos este tipo de textos. Felicitaciones.


    Saludos.

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  2. Profundo y claro a la vez. Me gustó leerte. Besos

    PD: gente, muy progre lo del tintero pero cada vez que escribo me mancho el borde de la mano. Los zurdos me entienden...

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  3. jajaja sisi es cierto... el meñique siempre tiene teñido el nudillo. Es una marca legitima... sin ella la mano carece de la vida que le damos cuando escribimos.

    Un besoooooooooo

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