







Por Horacio Cecchi
Están arrojadas, amontonadas o dispersas, tal como quedaron desde aquel día. En completo desorden. Cientos de zapatillas, algunas sandalias, todas vacías, sin sus pies, llenas de historia y patética imagen de lo que hubiera sido y no fue. Acumuladas a ambos lados del pasillo de ingreso, parecen un oscuro (ennegrecido) cordón de recepción, son la obscena presencia de esa cosa, son una metáfora que no es. Son la presencia de la muerte y al mismo tiempo el último vestigio de la vida. Impresionan por estar sueltas, por ser lo que queda.
Atadas, desatadas, gastadas, rotas o casi nuevas; con cordones o sin ellos; blancas (¿blancas?), negras, solas, sin sus pares, sin nada ni nadie; inservibles para caminar; inservibles en esa nueva etapa que les tocó, dramática, casual y definitiva; no ser para lo que fueron hechas; no están colgadas como sus hermanas, que al menos pudieron salir, ser rescatadas a la luz, para ser veladas, en la capilla, a veinte metros de allí. Ellas quedaron encerradas, no pudieron salir; en pocos meses van a ser cinco años de encierro y oscuridad total.
En la pared, un cartel dice, irónico y bizarro: “No se permite el ingreso al lugar con bebidas, cohetes o bengalas”. Irónico por donde se lo quiera ver. Rodeado de zapatillas a sus pies, la ironía deja paso al absurdo. No prohíbe ni la venta ni el consumo. Adentro, los centenares de cajones de cerveza, las botellas vacías, diseminadas, las barras de bebidas, los carteles publicitarios de Budweiser y Corona, los restos negros de los cohetes y las bengalas, hacen absurda cualquier otra argumentación que la comercial. Simplemente se prohíbe el “ingreso”.
Adentro todo es oscuro. Los bomberos colocaron una autobomba con un generador que ilumina el interior de esa inmensa bóveda. Sólo se ve lo que la luz provee. Suena absurdo, siempre se ve lo que la luz provee. Pero el contraste entre la tiniebla y lo visible, que no es el día aunque lo sea, es feroz y hace olvidar la secuencia del día y de la noche. Allí dentro no es una noche, es La Noche. La oscuridad. Y lo poco que se le puede arrancar, de a jirones, es lo que la luz breve deja imaginar.
Entonces se ven otras zapatillas desperdigadas, planchas de poliuretano caídas desde el techo, pilares y escaleras en medio del paso y que en la oscuridad y el horror deben haber funcionado como muros de ultratumba, entre gritos y llantos.
La luz ilumina las paredes de la planta alta: el sector VIP lo llaman. La muerte no hizo distingos. Contra la pared del VIP, que la luz imagina amarilla, se ven trazos espeluznantes. Son las huellas de las manos, son negativos marcados sobre la pared como si hubieran despintado el muro, arrastrando los dedos en un movimiento continuo a lo largo de varios metros, sin soltar la pared, el último pasamanos para escapar del infierno, arrastrando los dedos para no soltarla, para no perder la referencia, aunque esa pared conduzca a ninguna parte.
En el medio se ve, horrorosa, la marca negra sobre el amarillo, de una mano más tremenda. No está a la altura de los hombros, ni de la cintura: está a escasos centímetros del piso. ¿Había caído? ¿Se habrá levantado? ¿Quién era? No se mueve, sus dedos no dejaron marcada una estela, están fijos, sus límites son precisos, hay presión, hace fuerza contra el muro. Presiona, está viva, pero inmóvil.
En el piso del sector VIP quedan dispersos varios manojos de llaves, algunas camisetas, dos banderas, una gorra. Un camarógrafo se regodea en la disección de unas llaves. El VIP es una galería del primer piso que balconea hacia ese hueco negro que es el piso del local, donde esa noche más de tres mil chicos se apretujaban, no corrían porque no podían, no había espacio ni luz, empujaban hacia algún lado que no fuera ese agujero negro que los aspiraba, envueltos en gases irrespirables.
Del otro lado de la galería, enfrente, también en el primer piso, está el sector para las Very Important People con cartel de salida de emergencia propio, clavado contra una pared, pero que no lleva a ninguna parte. Una sinsalida, verde y blanca, luminosa, un faro en la noche, para muchos que lo escucharon, el canto de una sirena.
Al bajar, los escalones más estrechos que el largo de un pie son una trampa. En la planta baja, al avanzar, colgajos de hilos, cables y restos de mediasombra que bajan desde el techo, acarician como telarañas la frente. De frente, entre las dos galerías, el escenario, rodeado de enormes y pesadas vallas que cumplieron su objetivo. Nadie pasará de aquí. “Allí, allí”, dice alguien y señala hacia arriba, en el techo. La vista se fuerza, hasta que se despeja la textura, y se ve una parte del techo sin la cobertura de las planchas de poliuretano. Es un hueco donde se ve la loza, ennegrecida. La visión estremece, si hay espacio para más. Allí empezó el incendio.
Ubicado en el fondo del local, e intentando mirar hacia la calle, se divisa una brecha de luz exterior. Entra por la hendija que se abre entre la inmensa persiana metálica y la pared. La persiana está ubicada al final, como portón exterior del garaje del hotel que se encuentra encima de esta inmensa bóveda. Aquella noche la persiana estaba abierta, pero no se podía llegar a ella, ni siquiera ver ninguna hendija: la puerta de supuesta emergencia estaba cerrada con un alambre y con una pesada valla atada a una de sus hojas.
A menos de una semana de la sentencia que cerrará la historia jurídica del caso, es inimaginable saber qué será de todo esto. ¿La calle volverá a ser transitable? ¿Cómo se caminará frente a tanta muerte? ¿Qué hacer con tanto vestigio, tanto pedacito que le falta a alguien?
No hay demasiado más para ver. Hay olor a vacío húmedo. Es todo residuo, escombro, desechos de lo que fue. El grupo se retira, la luz breve se apaga, vuelven los gritos y el frío aunque hiciera tanto calor, vuelve la oscuridad a esa cicatriz negra, vuelve la noche a Cromañón.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-129946-2009-08-14.html
Estreno en La Plata del film "Aporía, la historia de una mujer transformada por el olvido".
Un film de Rodolfo Carnevale
Lunes 2 de noviembre a las 20hs. en el Cine Municipal Select, espacio INCAA km 60, 1º piso Pasaje Dardo Rocha, calle 50 entre 6 y 7.
Entrada libre y gratuita
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Para la vida- León Gieco
Estoy aquí sentado,bajo del pequeño sol
El que nos dio águila y también gorrión.
¿Qué hacer con el silencio,cuando la cabeza estalla?
¿cómo parar la impotencia de no poder hacer nada?
porque querer matar a tus hijos
es para que duela años la sangre.
Ayer por no querer a la patria,
y ahora por quererla demasiado.
Leyes viejas,mas genocidas
mal presagio para la vida.
Con la luz llena de sombras,y con el sol en sufrimiento
vuelvo a mi casa de rodillas,y aquí mis amigos muertos.
En un pais enfermo,todas las cartas sobre la mesa,
jugando juegos perversos,entre fútbol y guerra.
Sangre de gloria,odio contra amor
dioses y bestias,locura y dolor.
Abrire las puertas de este vacío
porque el destino me lanzo hacia arriba.
Leyes viejas,mas genocidas
mal presagio para la vida.
Insistiré con un mar de rosas,
y construiré,sobre cenizas.
Tendré un sueño nuevo en mis manos
y lucharé para que sea justicia.
Las mejillas de mis hijos en mis labios,
y encontraré en sus ojos un nuevo descanso.
Leyes viejas,mas genocidas
mal presagio para la vida.
Fuente: musica.com
Los mocosos- Los Piojos
En la tierra del ruido
y la prostitución
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Fuente: musica.com |
Los Piojos |
Julia, en cambio, tenía su futuro comprado. Hija de reconocidos profesionales, nunca le faltó nada, pero aún así dedicaba su vida a tareas de ayuda social.
El destino quiso que se cruzaran una noche, y algunas otras más.
Estos des-parejos comenzaron a salir. Quizás sin darse cuenta de que verdaderamente, mas allá de sus diferencias los unía un lazo, hasta ese entonces imposible de romper … el del amor.
Ambos tenían una rutina demasiado exigente. Julia dedicada, apasionada a su trabajo, y Marcos ambicioso, siempre pretendía más de sus pobres negocios. Justamente por eso no convivían, su relación marchaba bien así, y esto también se evidenciaba en los tres años que llevaban juntos, cuando se encontraban todo era alegría.
- ¡Alegría, vos no te imaginás la alegría que tenía ese ser humano!
- No no, pero vos no lo conocés, salió con los compañeros de la empresa, a mí me dijo – pronunció con voz inocente
- Yo sé que no querés creerlo Julia, pero creelo, Marcos estuvo toda la noche con la morocha, y no dudaría en que se hayan ido juntos.
Una noche de excesos el fin de semana en Marcos, parecía romper los esquemas de la vida de Julia. Supuestamente era una cena para cerrar negocios, un par de proyectos estancados.
Julia no podía dudar de su amiga, y conociendo los deslices pasados de Marcos, era una historia que debía afrontar.
Su personalidad no era la del tipo vengativa pero por única vez en su vida, hizo la excepción.
El lunes era la cita, una cena, ahora sí para cerrar un asunto muy importante. Julia decidió que el restaurant más exquisito de la ciudad sería el escenario.
- Elegí lo que quieras mi amor, que esta noche merecemos darnos todos los gustos – dijo simulando, que todo estaba bien
Marcos sin dudarlo, eligió el vino más caro, le gustaban los de tipo tinto, también como plato principal pescado, una rareza traída de algún mar que nadie conocía.
Julia saboreaba la venganza en su boca, podría haberse saciado sólo con el pan, ya nada le importaba más que humillar a Marcos.
A la hora de optar por el postre, ella sugirió helado de limón.
- Nada mejor que algo un poco ácido, para contrarrestar lo dulce – dijo.
Marcos la miro absortito, por un momento sintió que no comprendía nada, y de repente un sentimiento de culpa lo llenó por dentro.
La velada parecía terminar de manera perfecta y quién sabe lo que Marcos creía que vendría después, pero Julia hizo que la realidad volviera un rato entre ellos y pronunció las palabras:
- Dios quiera que te intoxiques, y nunca más lastimes a nadie. Marcos, yo ya no me creo mas tus cuentos – casi se le quiebra la voz, pero despacio mientras pronunciaba el edicto se fue levantando de la silla.
Èl no dijo nada, solo balbuceó. Julia se incorporó e intentó pensar en otra cosa, su plan estaba por terminar y merecía verlo con orgullo.
Rápidamente tomó carrera y escapó de aquel paraíso dejando a Marcos con el corazón roto y con una cuenta con muchos ceros que pagar.
Sabía que le había tocado su punto más débil, y sentada en una esquina a un par de cuadras riéndose sola, deseaba que cuando lavara la vajilla, el reflejo de su rostro se le apareciera en alguna copa.
@natalia quiroz
Chicoss esta entrada la escribió Juan (Pipo) pero por cuestiones que intentaremos solucionar no la pudo subir él mismo. Espero que ustedes también aporten su granito de arena sobre este cambio que pretende ser la Nueva Ley de Servicios Audiovisuales.
Saludos!!!
Tu historia, mi historia
Uno reflexiona con cada viaje, con cada momento, con cada suceso que le toca vivir. Uno se pregunta cómo tomaron los revolucionarios de 1810 la posta para tener un gobierno propio. Uno se pregunta que sintió San Martin cuando cruzó la cordillera para liberar a Chile de los españoles, cómo Yrigoyen combatió contra el fraude y logró que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes. Lo mismo con Evita cuando le dio la misma posibilidad a las mujeres, que hasta el momento tenían privada esa libertad.
LIBERTAD, esa es la palabra. No hay palabra que describa los pensamientos de estos personajes de la historia mejor que esa. Pero, ¿Qué sentían los ciudadanos que acompañaron esos sucesos?
Es una pregunta muy complicada de resolver, pero para los que filosofean mientras leen el diario, miran el cielo o comparten un mate los invito a responder, ¿Qué pensamos nosotros mientras se arma la historia?
El Sábado, cuando eran las 02:30 de la madrugada y, seguramente, más de la mitad de las personas de mi generación estaba a punto de salir, mis ojos se ponían vidriosos después de una jornada un poco agotadora. No importaba el sueño, el cansancio, lo dolores de piernas, el frio, el hambre o las ganas de estar compartiendo entre amigos una cerveza fría. Todo eso se resigno para HACER HISTORIA. No la hago yo: la hacemos todos, pero me hago cargo para representar lo que viví y poder imaginar lo que pudo haber vivido alguien como yo cuando desterraban a Cisneros del Cabildo, o lo que podría haber pensado un hombre de setenta y pico de años cuando ponía por PRIMERA VEZ un sobre en la urna para poder elegir quien lo represente.
Es así como se lo contaré a mis hijos y mis nietos.
La gente se abrazaba con quien sea, sin importar las diferencias que los separaban. 40 o 50 mil personas en una plaza aportando su pedacito para la historia. La historia que vivirán tanto sus hijos como los míos.
Saltos, cánticos, el himno, manos arriba, puños cerrados o dedos en V, ojos vidriosos y gritos de gloria, el “OH juremos con gloria morir” mas fuerte que escuche en toda mi vida y el que recordaré como ese día, el día que protagonice, una vez más, una página más de
TODOS LOS JUEVES
DE 22 A 23 HS POR RADIO FUTURA
FM 90.5
ESCUCHÁ: "DIME QUE CREES Y TE DIRÉ QUIEN ERES"
MITOS, LEYENDAS, CREENCIAS, HISTORIAS, ANECDOTAS
BUENA ONDA, BUENA MÚSICA
¡SORTEOS Y PREMIOS!
"Variete, el elenco"
Comienza un nuevo ciclo ,a partir de este fin de semana.
Todos los domingos en El estudio Bar - 8 entre 41 y 42- a las 22hs.
El show se integra con distintos números de magia, malabares, clown, títeres, acrobacia, técnicas con luces, danzas, rolling ball, contac y la participación de su público. El espectáculo se renovará en cada función, invitando a participar a todos aquellos artistas que quieran presentarse en alguna de ellas. Apto para todo público es un espacio artístico en el que la creatividad se conjuga con el humor, la alegría, la imaginación y se manifiesta con luces, colores, sonidos, sensaciones, técnicas, historias y movimiento.
El Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE-FPyCS-UNLP) y la
Facultad de Periodismo y Comunicación Social invitan a Ud. a la mesa de
debate ‘Leer y Escribir en la Universidad’.
Esta actividad está enmarcada en las 8vas. Jornadas de Expo Universidad y
se desarrollará el miércoles 7 de octubre a las 15hs. en la Sala de Teatro
A del Pasaje dardo Rocha.
Se entregarán certificados de asistencia.
Esperamos contar con su presencia. Saluda atte.
Lic. Rossana Viñas
Coordinadora General del Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE)
Facultad Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata